Historias de éxito como las de 3M,
Intel o Microsoft demuestra que la creatividad y la innovación pueden ser los
elementos que distinguen a una empresa y le procuran una auténtica ventaja
competitiva a largo plazo.
La creatividad en las empresas
es un aspecto clave, sobre todo cuando se están creando importantes cambios y
se requiere una mayor competitividad. Hay que saber adaptarse, pero mucho más
importante es adaptarse con esta ventaja a mayores, de una forma más flexible e
innovadora.
Las personas creativas se automotivan, asumen riesgos, ven conexiones
ocultas, investigan nuevas posibilidades, no temen las percepciones de otras
personas, se concentran en problemas y nuevos retos, son más perspicaces, se
desalientan con mayor dificultad, están dispuestos a
aprender. Estos son
algunos de los comportamientos de las personas creativas que, si nos fijamos
bien, está claro que benefician a las empresas.
Si se buscan objetivos determinados en la empresa, esto puede aportar
nuevas ideas que ayuden a llegar a este objetivo de una mejor manera, incluso
de superar las expectativas existentes. Y es que con ella se puede llegar más
allá de lo que se espera, permite analizar mejor las cosas y crear iniciativas
interesantes para la mejora de la empresa.
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